Parecía que no llegaría nunca. Los días pasaban lentos, eternos, y las esperadas vacaciones parecían cada vez más lejos, aunque fueramos aproximándonos a ese día 8 de agosto...
Cambiaron los planes mil veces, del coche bajaron y subieron decenas de personas hasta conformar la expedición definitiva y seguro, la más acertada. Serán 7 grandes días en una inmejorable compañía y en un marco incomparable. ¿Quién puede pedir más?
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