Acabo de enterarme. Posiblemente sea el último admirador de José en hacerlo, pero hasta ahora que he llegado a casa y he revisado mis blogs habituales no me he chocado con la noticia. Ha sido leyendo la bitácora de Raiko cuándo he recibido la mala noticia. José Saramago ha muerto.
Un escalofrío ha corrido mi cuerpo. No podía dar crédito. Con la muerte de Saramago se desvanece otra de mis mayores ilusiones, y ya son muchas las que se pierden en el horizonte.
Siempre soñé con entrevistar a José. Nunca he sido mitómano. Por mi lado han pasado gracias a mi trabajo figuras de la música de la talla de Manolo García, Ismael Serrano, Carlos Goñi, Alejandro Sanz o Fito, del deporte como Raúl, Rivaldo, Figo o Mijatovich, también muchas de la literatura, la pintura, el teatro... sin que siquiera me hiciera una foto con la gran mayoría de ellos, ni registrase su entrevista para la posteridad. No eran más que parte de mi trabajo.
Pero con Saramago era distinto. Sentía por él una admiración especial desde que leí "La caverna", libro que dio título a este blog, y luego vinieron muchos, "Todos los nombres", "la balsa de piedra", "Ensayo sobre la ceguera", "Ensayo sobre la lucidez", "El hombre duplicado", ... y un largo etc. entre novelas y poesía hasta llegar a "Caín", el libro con que se despidió.
Anhelaba entrevistar al nobel portugués. Creo que en mi cabeza está elaborado un guión completo de cómo sería esa entrevista de la que creo tener hasta las respuestas. Sabía de su enfermedad y era consciente de que había en marcha una cuenta atrás en contra de ese imposible encuentro que podía impedirlo, pero confiaba en que por una vez el destino se aliara conmigo. No ha podido ser. De nuevo archivaré en mi álbum de sueños irrealizables una ilusión perdida.
Hoy me siento triste. Mi biblioteca siempre tendrá un hueco esperando un nuevo libro que ya no llegará.
Un escalofrío ha corrido mi cuerpo. No podía dar crédito. Con la muerte de Saramago se desvanece otra de mis mayores ilusiones, y ya son muchas las que se pierden en el horizonte.
Siempre soñé con entrevistar a José. Nunca he sido mitómano. Por mi lado han pasado gracias a mi trabajo figuras de la música de la talla de Manolo García, Ismael Serrano, Carlos Goñi, Alejandro Sanz o Fito, del deporte como Raúl, Rivaldo, Figo o Mijatovich, también muchas de la literatura, la pintura, el teatro... sin que siquiera me hiciera una foto con la gran mayoría de ellos, ni registrase su entrevista para la posteridad. No eran más que parte de mi trabajo.
Pero con Saramago era distinto. Sentía por él una admiración especial desde que leí "La caverna", libro que dio título a este blog, y luego vinieron muchos, "Todos los nombres", "la balsa de piedra", "Ensayo sobre la ceguera", "Ensayo sobre la lucidez", "El hombre duplicado", ... y un largo etc. entre novelas y poesía hasta llegar a "Caín", el libro con que se despidió.
Anhelaba entrevistar al nobel portugués. Creo que en mi cabeza está elaborado un guión completo de cómo sería esa entrevista de la que creo tener hasta las respuestas. Sabía de su enfermedad y era consciente de que había en marcha una cuenta atrás en contra de ese imposible encuentro que podía impedirlo, pero confiaba en que por una vez el destino se aliara conmigo. No ha podido ser. De nuevo archivaré en mi álbum de sueños irrealizables una ilusión perdida.
Hoy me siento triste. Mi biblioteca siempre tendrá un hueco esperando un nuevo libro que ya no llegará.
3 comentarios:
También me conmovió la muerte de Saramago.
No la esperaba.
No tan pronto...
Siento que , de alguna manera , el escritor se despidió con "Caín".
Merecido homenaje a través de tus palabras :por su talento como artista y por su compromiso social.
Su presencia nos acompañará a través de su obra.
Hoy es día de memorias y abrazos. Uno para ti, Juan Carlos.
Yo me he enterado por mi madre, ferviente seguidora de sus proezas. Por desgracia la vida es vida, por suerte, siempre nos quedará su obra. Un abrazo.
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