lunes, 1 de septiembre de 2008

40 días

Gran parte de las fiestas y ciclos litúrgicos se establecen teniendo en cuenta las efemérides solares (Navidad, san Juan, san José), la combinación de éstas con el ciclo lunar (Pascua) o el ciclo lunar en exclusiva (Ramadán).

También las hay de carácter climatológico, profesional o gremial, local y nacional.

Pero hay otras, y también ciclos litúrgicos o festivos, que se establecen en base a un número particular, el 40, en tanto que duran 40 días o se celebran 40 días antes o después de alguna otra efeméride particular.

Un número que aparece a menudo en múltiples manifestaciones y referentes culturales.

Así, por ejemplo, leemos en la Biblia que fueron 40 los días que duró el diluvio (Génesis 7:17), que Jesús pasó 40 días en el desierto (Lucas 5,1-13; Marcos 1,12-13; Mateo 5,1-11) y los israelitas 40 años en el Sinaí (Deuteronomio 1).

El 40 también está presente en diversas manifestaciones litúrgicas, como las 40 horas, ejercicio de piedad tradicional católica en recuerdo de las horas pasadas por Jesús dentro del sepulcro y consistente en la adoración durante ese tiempo del santísimo sacramento.

Por su parte, la tradición musulmana afirma que el alma del difunto ha de esperar 40 días para ser juzgada y llegar al paraíso, y es a partir de entonces cuando los familiares pueden visitar la tumba.

Pero las tradiciones asociadas al 40 no son sólo de carácter religioso.

Así, por ejemplo, se establecen con frecuencia periodos de espera de 40 días, llamados cuarentenas, tanto para la prevención de contagios como para la regeneración de los tejidos después del parto (con la consiguiente abstinencia sexual durante ese período)

También son significativos determinados dichos o refranes:

* Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo.
* De los 40 p'arriba no te mojes la barriga.

En definitiva, el 40 aparece como referente en numerosas manifestaciones culturales relativas a la medida del tiempo, generalmente asociado a períodos de espera o al anuncio de cambios.





Hoy se cumplen 40 días de mi estancia en el desierto.

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