lunes, 30 de junio de 2008

Y si aún existiese el NODO...

El pase del gol de Torres lo habría hecho Sergio Ramos....


Alguien tenía que callar a Lineker

Fue en el mundial de Italia, tras perder en la tanda de penaltys contra el equipo germano, cuando el delantero británico Gary Lineker dijo una frase que pasó a la historia junto a él y que inexorablemente parecíamos condenados a sufrir, "el fútbol es un deporte en el que juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania". La sombra de esta frase, que se había hecho de nuevo famosa tras sucumbir el Getafe frente al Bayern en la UEFA, volaba ayer sobre la cabeza de todos los españoles como una espada de Damocles amenazando con cumplirse de nuevo.

Pero no. Ayer por fin se hizo justicia y alguien puso un dedo sobre la boca del inglés para desmentir esta frase.

De ahí se pasó a otras frases, menos contundentes, pero que también se convertirán en referentes para las generaciones venideras.

La más recurrida, aparte de los tradicionales "Campeones", "España oeee" y "oeee oeee", fue un ejemplo de convicción, de sueños realizados, "pudimos", que cerraba con ilusión el "podemos" que había conseguido movilizar a España entera detrás de un mismo objetivo.

Pero para el recuerdo quedan algunas que cito por su originalidad:

Por el recuerdo:

- Arkonada, vengamos tu cagada!!!
- Luis Enrique, vengamos tu tabique!!!

Por el resentimiento:

- El día 32, Raúl selección!!!
- El día 32, Guti selección!!!

De ratificación patria:

-Yo soy español, español, español....

O por saber como iba a terminar todo:

- El 30 de junio, fiesta nacional!!!

viernes, 27 de junio de 2008

De

De amor que pierde una mañana

De pétalos de flor que pisoteas
y dijeron sí

De rabia contenida en un te quiero
de no decir realmente lo que miento
de callar mi amor y no entenderlo
de olvidar decir "te amo"

De ignorar lo que realmente siento
de cambiar falacias por sentimientos
de engañarme, a ti y a los que aprecio.

De pensar que es mejor así cuando no es cierto...

sábado, 21 de junio de 2008

No soy un príncipe azul

Llegé y estabas dormida. Tu cuerpo, desnudo, dibujado sobre la cama por una fina sábana verde que perfilaba artísticamente tu contorno, con la habilidad de un delineante.

Me acerqué a tus labios, sonrosados, lígeramente secos y agrietados, pero que conservaban ese frescor apetecible de las frutas en verano. Tímidamente los besé. Un beso puro casi casto, como el de una madre que se acerca a su hijo para comprobar si tiene fiebre. Ni siquiera te inmutaste. Tus ojos seguían cerrados, esperando quizás más ardor en mis ósculos. Volví a besarte, esta vez con mayor entrega. Fui depositando en tus labios pequeños besos al principio, suaves mordisquitos después hasta que con denostada lujuria aprisioné entre mis dientes superiores y mi labio inferior el tuyo. Tampoco reaccionaste.

Con mi dedo pulgar presioné ligeramente tu mentón, para abrir un resquicio en tu boca por el que introduje mi lengua, buscando, ávida, la tuya. Balanceé ligeramente mi cabeza hacia la derecha y nuestras lenguas se juntaron, en un juego del que no quisiste participar. Mis labios se fueron separando de los tuyos en tímidas despedidas, en pequeños y cadenciales besos que dejaban en el vacío el eco de nuestras bocas semiabiertas.

Sé que no soy un príncipe azul, pero tu apatía comenzaba a desquiciarme. Lejos de abandonar intenté dedicarte toda mi pasión. Suavemente monté a orcajadas sobre tu cuerpo y acerqué mi cabeza a la tuya. Aparté tu cabello y apreté el lóbulo de tu oreja derecha entre mis labios, luego entre mis dientes, humedeciéndolo ligeramente. Fui paseando mi lengua por detrás de tu oreja y dibujando con ella el curso de tu trapecio, descendiendo suavemente hasta tus senos. Me entretuve a jugar con uno de tus pezones, erguido, duro. Se mostraba desafiante al filo de mi lengua en una encarnizada lucha de esgrima. Busqué el otro pezón, para evitar que sintiera envidia, y repetí el combate, esta vez con más fragor.

Junté ambos senos con mis manos, con una ligera presión, y continué el juego alternando a derecha e izquierda. Pero tampoco pareció excitarte.

Mi sexo sin embargo si mostraba una clara excitación por lo que decidí deslizarme suavemente hacia abajo, arrastrando a la vez la sábana, para evitar que se encontrara aún con el tuyo.

Mi lengua continuó su trayectoria descendente, dibujando ahora la hipotenusa de tu abdomen, esa que con esfuerzo y muchas horas de gimnasio habías conseguido diseñar para que se escondiese, insinuante, bajo tus pantalones, que ahora no llevabas.

Con parsimonia fue buscando tu sexo, dibujando caracolas entre tu vello. Mis labios besaron los tuyos, una vez, otra, con una cadencia cada vez menor hasta que mi lengua se entretuvo a separar sus pliegues, con delicadeza, con la misma suavidad con que había besado tu boca. Tras varios minutos continuó su camino descendente, perfilando ahora la parte inferior de tus muslos.

Sé que no soy un príncipe azul, pero te había dispensado uno de mis más habilidosos juegos eróticos y tu te mantenías inerte. Rehice el camino a la inversa, tus muslos, tu sexo, tu abdomen, tus senos, tu trapecio, tu lóbulo, tu boca, ahora con mayor frenesí. Introduje mi sexo en el tuyo y te hice el amor, una, dos, tres, hasta cuatro veces, sin obtener tu respuesta.

Sé que no soy un príncipe azul. Pero tú tampoco eres la bella durmiente, y este trabajo en el tanatorio me está volviendo loco.


viernes, 20 de junio de 2008

Una mala noche la tiene cualquiera

Me desperté con sueño. Los ojos se me pegaban legañosos y un fuerte dolor de cabeza, que empezaba en la zona occipital y se centraba como un pinchazo en el vértice del frontal, casi en su confluencia con el hueso nasal, me hacía presagiar que no había sido una buena noche.

Apenas recordaba nada, confuso intentaba ordenar ideas, pero el tremendo dolor de cabeza, que me latía como si fuera a estallar, me impedía razonar con cordura.

Intenté abrir un ojo. Los párpados prácticamente se habían soldado uno al otro dejándome apenas un resquicio para ver la hora en el despertador. Me observaba atónito desde el suelo, víctima seguro de un ataque de histeria. Marcaba las 14,27 y un parpadeo rojizo me amenazaba con hacer sonar de nuevo la alarma, que automáticamente había ido retrasando desde su primer alarido a las 9 de la mañana. Con un enorme esfuerzo conseguí desenchufarlo y sus números se desvanecieron, dejando en mi retina el brillo de sus cuatro dígitos, 14:28.

Un escalofrío me recordó que estaba completamente desnudo. Palpando con los pies localicé mi pijama arremolinado junto a las sábanas al final de la cama. Intenté girar sobre mi costado derecho y sentí que un frío cuerpo extraño me lo impedía.

No quise mirar. Volví a retroceder a aquella noche para explicar aquella presencia en mi cama. Pero no lo recordaba. Otra vez el dolor de cabeza se interponía entre mi consciencia y mis recuerdos. Vagamente recordé cómo había ido a la desesperada. Como poco a poco había ido reduciendo las exigencias, pero era incapaz de recordar su nombre, ni siquiera su aspecto.

Me arrastré hacia mi izquierda tímidamente. Dejando un hueco entre los dos que me permitiera poder observar con perspectiva.

Un frío sudor me impedía girarme y comprobar la realidad. No podía equivocarme de nuevo. Eran ya demasiados errores. Demasiadas burlas después por parte de mis conocidos. Esta vez lo callaría. Mantendría aquella noche en el más estricto secreto.

Poco a poco me fui girando a medida que abría los ojos y de nuevo se cumplieron mis peores presagios.



Abierto, por la última página, yacía sobre mi cama el último bestseller que había entrado en mi biblioteca.

miércoles, 18 de junio de 2008

No suelo poner vídeos II

Es cierto, no suelo poner vídeos.

Tan solo había colgado hasta ahora los correspondientes a mi aparición en "el juego de llaves" de Canal Extremadura, y el otro día hice una excepción con la canción de Conchita, por lo que significaba en ese momento, no para mí, sino para alguien que estaba pasando por una situación dificil, que empieza a ver la luz ahora. (Aunque a veces todos nos hayamos sentido con ganas de cantar algo parecido a lo que canta Conchita, con distintos nombres, género o más o menos razón y rabia)

Estaba esperando una mejor ocasión para poner este vídeo, que ya me encargué de difundir oportunamente entre mis contactos, pero la sugerencia de mi amigo-hermano (hermano-amigo) Jose, supongo que en ese sentido, me lleva a hacerlo ahora.

Obcecado en encontrar una buena fecha me doy cuenta de que había dejado pasar la mejor. Pero claro, ahora caigo en que en esa fecha el vídeo aún no existía, le quedaba una semana...

Debería haber sido el 15 de Mayo.

Me remonto a ese día, pero de 2004. Un paraje incomparable, como todos los marcos lo son para ocasiones especiales, y un momento especial, el XX aniversario del campamento Padre Pacífico de la Asociación de Amigos de Francisco de Asís en Descargamaría. Aquel día descubrí a un grupo de gente que se convirtió, sin quererlo, en parte de mi vida.


No puedo recordar con claridad todo lo que sucedió aquel día, ciertas nubes de cerveza y ron eclipsan algunos de sus momentos, pero desde entonces se fija en mi memoria un himno, que me ha acompañado en estos 4 años como emblema de la amistad, "manos abiertas".

En estos 4 años han pasado muchas cosas. La familia fue creciendo tanto como las ilusiones, y los buenos y malos momentos se fueron alternando prevaleciendo los primeros, que pronto hacían olvidar los segundos.

Fueron 4 años de proyectos compartidos, de decenas de canciones, de cientos de abrazos, de miles de kilómetros, de millones de palabras, de una emoción conjunta y de un mismo sueño que nos hacía luchar, llorar y reir por un mismo objetivo.

Hoy, y con el tiempo, hay veces que siento que ya no voy en esa furgoneta que, como la del profesor Poopsnagle cruza los límites de la realidad para contagiar con su ritmo, su emoción y sus sentimientos a todos los que se quieren unir a ese sueño.

Otras, dependiendo del momento, me vuelvo a sentir al volante, o quizás asomado a una de sus ventanillas, o en su carga dando palmas y bailando, a mi manera, esas rumbas con tanto duende.

Hoy recapitulo pasajes, fotografías de estos 4 años y me quedo con la cara de estupefacción de Miguel al ver 3000 personas en la plaza de toros de Plasencia, con las lágrimas de Jorge en un emotivo concierto dedicado a su madre, con la imitación de Sabina de Antonio en la plaza de Santa María de Cáceres tras el concierto del corral de las Cigüeñas, con las palabras de Lupe tras el concierto de Zarza la Mayor, con una llamada a tiempo de Carlos mientras paseaba por la Isla y con todos y cada uno de los momentos vividos con Jose.

Y todos ellos los resumo en una breve aparición, apenas reconocible, tras unas gafas oscuras y de escasos segundos, en el vídeo que ahora cuelgo.

Una aparición efímera, tanto como lo habrá sido mi participación en este sueño, pero para mí tan importante como espero que lo haya sido esta para ellos.

Os dejo con esta invitación a volar... con nosotros:


martes, 17 de junio de 2008

No puede

Le ha costado… empecé intentándolo por arriba, creyendo que por abajo iba a ser muy difícil, que era muy grande para ella y se iba a resentir. Pero nada, no había manera. Por mucho que intenté convencerla. Incluso cuando lo tenía ya en la boca, lo rechazó, y sin darme cuenta lo cogió por debajo sorprendiéndome con una perfecta ejecución, pero no es lo que buscaba.

Volví a intentarlo por arriba. Ya era cuestión de orgullo. Es imposible que a estas alturas se me resista... Incluso hablaba con ella, “pero si es por tu bien”, le decía, “que por abajo no te va a entrar”, “¿has visto lo grande y gordo que es?”

Pero nada, no había forma. Claro que por arriba nunca había metido nada y tampoco yo sabía muy bien como hacerlo. Le abrí la boca hasta atrás, ajustando los lados para que no se atascase, lo puse sobre la lengua, fría y dura curiosamente, y cuando empezó a calentar… pareció atascarse, y tuve que empezar de nuevo.

Viendo que era imposible, que se echaba la noche y que por lo menos quería hacer 8 antes de dormir la hice caso, y empecé por abajo. Al principio parecía no entrar. Ya lo había dicho. Era más grande y gordo que cualquier otro que hubiese usado nunca. Esa misma tarde había hecho unos cuantos, me dijo, pero de un tamaño estándar, esto era otra cosa.

El primero entró con dificultades, llegué a preocuparme por los ruiditos que despedía, pero parecía que lo estaba aceptando con resignación. El segundo le costó más, incluso se cerró en banda y dijo que no había manera, pero al final lo hizo.

Por fin encontré la postura, sólo había que cambiar la orientación, y a partir de ahí los 8 sin problema alguno.



Por fin tengo los 8 diplomas impresos sobre la impresora, tengo que aprender a usar la bandeja superior porque si no me la voy a cargar con estos impresos tan grandes y duros.


(Recuperado de la vieja caverna para incluirlo en esta saga de cuentos absurdos que inicié ayer)

lunes, 16 de junio de 2008

Como pudo

Vivía en su cabeza. Para mí desde que nací. Me había acostumbrado tanto que ya era como mi hogar. Sabía desde el principio que no podía ser definitivo, que algún día debería salir de allí, pero no me iba.

Estaba eternamente en su cabeza. Llegué a pensar en que debía huir, entrar, por qué no, en otras cabezas, probar otras experiencias. Yo quería salir, pero no me dejaba, me retenía día tras día en su cabeza.

Pensé si se habría obsesionado, si quizás me hubiese obsesionado yo. Necesitaba huir, lo pedía a gritos, pero no, era incapaz de salir de su cabeza. Me retenía contra mi voluntad. Hice méritos para que me sacase definitivamente, me rebelé, me crispé, y hasta me uní a otros para montar una revuelta. Algún día debería mirarse al espejo y saber que debía sacarme de su cabeza.

Pero no lo hacía. Allí me mantenía, intentaba domarme a su antojo. Se creía mi dueño y señor. Me dirigía, me guíaba, me vigilaba constantemente, antes de dormir, al despertarse... Me tocaba hasta que sus manos llegaron a darme asco. Presumía de mí ante sus amigos. Era su posesión y yo no podía gritar, decir que me quería ir, que quería escaparme... estaba en su cabeza.

Pero un día decidió abandonarme. Un día decidió cortar tajantemente conmigo. Sin ninguna explicación, sin que le temblara la mano. Sentí indefensión, incomprensión... ¿por qué de repente me sacaba de su cabeza? ¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué había hecho?

Incomprensiblemente intenté aferrarme a él. Me deslicé por sus mejillas buscando una lágrima, me aferré a su cuello, buscando el calor de un beso, intenté dormir en su espalda... pero no miró atrás. Definitivamente había decidido sacarme de su cabeza.

Me fui, en un torrente de agua, no sé si de lágrimas y nunca más entré en su cabeza.





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(Historia de un pelo)

No suelo poner vídeos, pero...

domingo, 15 de junio de 2008

Se tú

Alternas tu sonrisa tentadora con un mohín de rechazo, tu invitación a tomarte con tu mirada huidiza, tu ven con un vete, y tu abrazo con kilómetros de espacio.

Pero tú eres esas contrariedades, y esos gestos tan tuyos que te definen y te poseen.

Tú eres eso, y no lo que otros han dibujado o previsto para tí.

Eres fuego de artificio, belleza en aire pero encerrada solo estropicio.
Eres un grito de libertad en el campo, un chillido en tu cuarto.

Que no te encierren las paredes, ni las de ladrillo que delimitan tu casa, ni las mentales que delimitan tu libertad, ni las personales que delimitan tu ser.

sábado, 14 de junio de 2008

Como sin tí

Como un pirata sin isla
como un cofre sin tesoro,
como un niño que ve escaparse su globo,
como un anciano sin bastón de apoyo,
como un jonkie con el mono.

Como una mañana sin sol,
como una tarde sin siesta,
como una noche sin cena,
como una madrugada sin tí,
como un día sin tus ojos.

Como un libro sin letras,
como una novela sin trama,
como una película sin fin,
como una canción sin melodía,
como un cuadro sin color,
como un retrato sin rostro.

Como una isla sin naufrago,
como la luna sin Amstrong,
como un barco a la deriva,
como un avión sin piloto,
como una carcel sin presos,

...como yo sin asir tu mano.

jueves, 12 de junio de 2008

Hoy

Se diluye en mi recuerdo tu imagen, en el deseo de verte
Se pierde en el tiempo tu sonrisa, en las ganas de besarla
Se nubla en la distancia tu mirada, en la necesidad de reflejarme en ella
Se atenúa entre el ruido tu voz, que ya apenas percibo.

Hoy volveré a verte sonreir mientras me miras y me dices al oído, "he vuelto"

miércoles, 11 de junio de 2008

Acróstico

Maniatada, al hilo de tu trapecio, una caricia,
que no te puede asir.

Atrapado, al brillo de tu mirada, un sueño,
que no me deja dormir.

Robado, al filo de tu sonrisa, un beso,
que aún guardo para ti.

Traicionado, al fondo de mis anhelos, un deseo,
que contigo dejó de existir.

Apagado, al quicio de tus rechazos, un reto
que no dejará de insistir.

martes, 10 de junio de 2008

Nuevas ilusiones

Guarda en sus cabellos los tímidos rayos del sol de junio, en sus ojos la tierra que me soporta. En su amplia mirada una aureola que abraza la mía, la rodea sin ofrecer escape.

La fina sonrisa de una pincelada breve, pero alegre, de un pintor que recuperó sus acuarelas en los hoyuelos que se le forman al reir. Perfecta, de un nácar brillante que regala la pícara ingenuidad de su juventud.

En sus hombros desnudos la suave almohada en la que reposar mis sueños y en sus breves senos el horizonte de un paisaje de Jean Baptiste Corot.

lunes, 9 de junio de 2008

Mi lolita

"Réveillez-vous, Laqueue, il est temps de mourir!".

Humbert cazaba mariposas y encontró una ninfa, yo, al revés, buscando ninfas encontré una mariposa.

Había pintado sus alas de color, sus mejores tintes. Brillaban sus estrellas, convirtiéndose en un agujero negro, una implosión de belleza, que me encerró en sus párpados.

Quise surcar su cielo, sentir la frescura de su lago carmín, aspirar su aroma para no olvidarlo, para destaparlo de nuevo al llegar a casa, y disfrutarlo, mientras se disipa en la agonía de la desmemoria, del desencuentro, del quiero y no puedo.


“Evité mirarte a los ojos
lucían brillantes como el cielo de Tinduf
Evité acercarme a tus labios,
naufragar en un beso como Robinsón,
Aspiré con fuerza el minuto que no me diste,
Y perdí en tu calendario la cuenta de mi edad.”



“Ne manque pas de dire à ton amant, Chimène, comme le lac est beau, car il faut qu'il t'y mène."

jueves, 5 de junio de 2008

Difícil

¿Por qué es tan difícil que coincidan el ser amado con el ser amante? ¿Por qué amado y amando solo coinciden cuando una de las partes cede?

El amor... es una pantomima

martes, 3 de junio de 2008

Se abrió un claro entre las nubes

(nació como comentario para ron con cola)

Se abrió un claro entre las nubes y volvimos a ver el sol....

Sí, pero además en todos los sentidos.

Se abrió un claro en una tarde lluviosa que amenazaba con privarnos de nuevo de la música de Iniesta, y se abrió un claro en un tremendo nubarrón, que cubría Plasencia desde el gobierno del caciquismo y la derechona fascista, medrosa de que los hijos les salieran drogadictos por culpa de la música o las hijas putas por culpa de las drogas.

Al final las hijas les salieron igual de zorras y los hijos se metieron por vena hasta el agua de los retretes, pero al son de la música de siempre así. Tremenda condena metafórica para alguien castigado a vivir en el ostracismo y la continuidad del régimen que añoran y lloran por las esquinas.

Se abrió un claro con los versos de Neruda, porque sucede que a veces me canso de ser hombre, si es hombre el que se somete, o con los del chinato, porque ahora prefiero ser un indio que un importante abogado, o un concejal obcecado.

Se abrió un claro con la guitarra de Uoho por quien no pasan los años y se abrió un claro entre una multitud enfervorecida que botaba y se empujaba con la educación de quien te acaricia.

Se abrió un claro que aún hoy dura y que movilizó a 12000 personas. Entre ellas, nosotros.

Gracias Enrique porque con tu empeño se hizo posible