miércoles, 20 de mayo de 2009

Recuerdos

Siempre he dicho que no necesito guardar objetos que me lleven hasta los recuerdos. Que los imborrables los guardo en un lugar de mi memoria al que recurro cuando los necesito. Siempre he mentido. Hoy me he dado cuenta de ello.

Esta mediodía, al llegar a casa de mis padres a comer (emancipación por escalas), mi madre estaba haciendo limpieza. Han decidido aprovechar la jubilación de mi padre para hacer obras y, de paso, quitarse del medio todos aquellos cachivaches que durante años hemos acumulado y que estorban innecesariamente por doquier.

En la que fuera habitación de mi hermano Iván me han dejado una caja de plástico que durante años ha dormido bajo una cama sin que nadie reparara en su contenido. Mi madre me ha instado a revisarla y tirar todo aquello que no valiera. He estado a punto de no hacerlo siquiera. De volcar su contenido sobre una bolsa y dejarla en el contenedor más próximo en busca de ser reciclado. Sin embargo, al mirar de soslayo, una carpeta azul de gomas me ha llamado la atención. De repente han venido a mi memoria mil recuerdos de Ceuta asociados a esa carpeta y, de forma casi paranoica, me he puesto a revisar su contenido.

En ella he encontrado todos mis artículos escritos para el Pueblo y el Faro de Ceuta durante mi servicio militar. Decenas de historias, reflexiones o entrevistas que le dan sentido a algo tan incomprensible como el sacrificio de 9 meses de mi vida al que aún no encuentro razón, si no es a través de esas palabras escritas en dos tabloides.

Junto a ellos ha aparecido una pequeña libreta de muelle en la que plasmé mis sentimientos durante aquellos meses. Poemas, reflexiones y hasta las partes de un cetme han saltado a mi memoria tras una rápida ojeada a sus páginas amarillentas.

Más abajo he encontrado varios ejemplares de Diario Mérida y Diario Badajoz, en los que mi nombre figura junto a ácidas críticas a la vida romana de aquellos años, algunos números de las primeras revistas del CJEx y cientos de fotos en las que un tipo parecido a mi, pero más delgado, mira con optimismo al futuro, sin saber que su mirada se cruzará con una parecida que mira con nostalgia al pasado.

He estado repasando los poemas, los artículos, las entrevistas, las fotografías y me he dado cuenta de que sí eran necesarias.

A partir de hoy creo que guardaré más recuerdos.

4 comentarios:

Noelia Fuentes de la Calle dijo...

Los recuerdos son muy importantes,
son parte de nuestra vida, y de vez en cuando resulta agradable mirar atrás y recordar lugares, olores, personas, amigos....

Los objetos guardados o una simple canción, nos ayudan a volver a esos tiempos, a recordar.....

Si vivimos es por algo y es para que cada día pueda ser un buen recuerdo para el mañana.

Anónimo dijo...

Siempre consigues emocionarme... :)

QUEMANIA dijo...

Los recuerdos siempre están con nosotros pero necesitamos algo que nos lo recuerde.

Anónimo dijo...

Gurda los recuerdos del pasado, del presente y del futuro!!
Para que algún día puedas contarmelos, recitarmelos, cantármelos o enseñarmelos mientras compartimos un ron con limón de color miel.

Besos!
CuKy