miércoles, 12 de marzo de 2008

Para qué enemigos...

Comenta Jose María Domínguez, acertadamente, que con ciertos amigos para qué quiere uno enemigos, y he de darle la razón.

Durante tiempo he esquivado los memes, este invento de la blogosfera que pretende que te desnudes un poquito y le pases la perversión a otro, para que continúe quitándose ropa, hasta que un reguero de prendas nos indique el camino hasta el inventor del juego. Hasta ahora no me había tocado una invitación directa, y aquellas que sibilinamente alguien me enviaba trataba de ignorarlas por el camino de la ignorancia aparental.

Y funcionó. Hasta que al amigo Jose se le ocurrió ayer convidarme de forma explícita a su meme. Cuando por la noche me comentó que tenía un reto que proponerme pensé en varias de esas locuras ordinarias que suelen ocurrírsele, algunas de las cuales aún estoy esperando, con bastante más agrado que tomar el testigo de este juego. (Por si lo has olvidado recuerda aquel proyecto de escribir algo que nunca escribí, tu y yo nos entendemos).
Su propuesta supone una reflexión profunda y profusa. Una introspección personal en nuestras bajezas más ocultas y el oreo de las rarezas de las que, posiblemente, nos sintamos avergonzados. O al menos así lo he entendido.

Podría no hacerlo así. Y espabilar en cinco frases esas pequeñas y absurdas rarezas o manías que todos tenemos y que forman parte de nuestra personalidad, como tics de comportamiento que se repiten diariamente y nos diferencian de los demás.

Podría decir que uso la cama de invitados como mesita de noche, que duermo con el móvil siempre a mano esperando un mensaje, que soy incapaz de dormir una noche sin haber leído al menos una página de un libro, que huelo la leche antes de bebérmela o que me gustan las películas romanticonas siempre que las vea acompañado. Pero me parecerían frivolidades poco representativas con las que posiblemente se identificarían varios lectores.

Sin embargo en este dificil ejercición de introspección prefiero buscar profundamente y destacar algunas "rarezas" que me identifiquen, por debajo o por encima, del resto de participantes, convirtiéndolo en una confesión personal de la que no espero redención ni penitencia.

1. - Soy obsesivo. Todo lo que hago y siento lo hago de forma obsesiva. Trabajos, proyectos, amor... todo se ha movido por un sentimiento compulsivo al que me entrego por completo, olvidando lo que hay alrededor, incluido yo mismo.


2. - Rara vez termino lo que empiezo. Mi entrega es tan intensa que llego agotado a los metros finales y abandono la carrera. Lo hago en prácticamente todas las facetas de la vida, excepto una que explicaré en la quinta rareza.


3.- No valoro el dinero. No le doy ningún valor. No me importa. No ahorro ni tengo nada mío. Gasto con el mismo descontrol que gano. No me preocupo de cobrar, como a veces también me olvido de pagar. No por moroso, si no porque no me acuerdo.


4.- Con frecuencia descuido a las personas que quiero. Desaparezco durante días, quizás meses. Olvido sus fechas especiales, sus ilusiones o sus sueños. Puedo ser el mejor y el peor amigo. De cualquiera y de mi mismo.


5. - Cuando amo lo hago para toda la vida. Me encapricho a menudo. Me enamoro locamente cada 5 minutos, pero sólo amo una vez, y es para toda la vida. Soy capaz de esperar 50 años, como Florentino Ariza.


Ya están mis cinco rarezas. Mi confesión personal. Espero no haberos aburrido mucho y confío en no haberos desvelado nada nuevo.

Y estas son las reglas del meme:

1.-Nombrar a la persona que te ha nominado, poner un link a su página y citar estas reglas en tu blog.

2.-Compartir cinco rarezas sobre tí mismo.

3.-Nominar a cinco personas para que continúen con el meme.

4.-Hacer saber a estas personas que están nominadas dejando un comentario en su blog

Y mis nominados son:

8 comentarios:

alelo dijo...

Lo intentaré mañana, pero yo no tengo rarezas. Las tenéis los demás. Que lo sepas.

Turbito dijo...

De las cinco, tres las hago mías tambíen.

Un saludo.

Noelia Fuentes de la Calle dijo...

jo, ya se que sonrepetidas mis nominaciones pero no conozco a nadie mas....intentare buscaren internet blog de gentes, jejejeje

Anónimo dijo...

por fin tuve un ratito

por la vainilla estan mis rarezas

Mamen dijo...

Pues ya está. Ha sido difícil escoger sólo cinco. Pásate a leerlas mientras te tomas un cafetito.

Anónimo dijo...

tu rareza cuatro podría ser mis cinco rarezas, todas en una.
¿por qué será?


aunque no te comente, aunque creas que me he olvidado de ti no lo he hecho. Esto no es una rareza, ni una virtud: simplemente es que no olvido a las personas que han pasado por mi vida, y mucho menos, con los que he intercambiado confidencias.

espero que sonrías más de lo que puedes, que llores solo cuando sea realmente necesario y que recibas abrazos, siempre, que nunca vienen mal.

Un abrazo (de los grandes)

Marulia Green dijo...

Yo, que a veces peco de prudente para contrarrestar mis apasionamientos verbales, le comento al señor de esta Caverna mis impresiones sobre la confesión de una de sus rarezas y me invita a hacerlo público aquí, así que ahí va:

Me sorprende que siendo político y habiendo ejercido como periodista,
apuntes eso de "Rara vez termino lo que empiezo. Mi entrega es tan intensa que llego agotado a los metros finales y abandono la carrera"; Sé que puede tener muchas interpretaciones no siempre negativas, y desconozco completamente la situción política de Plasencia, pero ¿no te has planteado que pudiera servir como arma arrojadiza para la prensa local o la oposición?.

Juan Carlos dijo...

Hola María,

Ante todo muchas gracias por tu sugerencia.

Sé que muchos de mis escritos, no solo ese, pueden dañar en ocasiones mi imagen pública o política si son tratados de forma malintencionada. Pero lo que escribo es lo que siento y esta caverna existe antes que el Juan Carlos político o el Juan Carlos periodista. Surge del Juan Carlos persona que tiene sentimientos y los quiere plasmar para compartirlos con sus amigos, aunque en un lugar público al que llegan otros muchos que terminan siéndolo por compartir emociones o pensamientos.

Soy un político atípico. Siempre lo he dicho. Tanto aquí como en mi vida pública digo lo que pienso y siento. El día que vea coartada mi libertad dejaré de creer en la política, tal y como la concibo y la vivo. Quizás debiera haberlo puesto también entre mis rarezas. Soy una persona que me siento libre, de todo excepto de mis sentimientos, que son los que me atan, los que me someten o los que me liberan, en las menos ocasiones. La mayoría de las veces soy esclavo de ellos, pero no hay esclavitud más bonita que la que te aferra a tus emociones.

No había pensado en que esta entrada pudiese ser utilizada políticamente, quizás también peque de ingénuno. Pero tampoco me importa. Quizás la anterior, la del análisis de los resultados electorales, o el cuento del candidato me parecieran más arriesgados politicamente, pero estaban ahí y quería mostrarlos. En política quiero que me juzguen por mis hechos, y que sea el ciudadano que me ha puesto ahí el que decida si le gusta o no mi forma de actuar, lo que diga otro político o un medio de comunicación no puedo negar que me afecte, pero no siempre negativamente, a veces me refuerza en mis convicciones.

Muchisimas gracias por tu atención