miércoles, 14 de mayo de 2008

Raro

Me siento raro.

Sé que no debo, no puedo. Que de nuevo sembrar esquejes de esperanza en mi baldío corazón, en la yerma ilusión de mi impotencia, es volver a lanzarlo al vacío, a ese atroz mortero que es la realidad para mis sentimientos.

Pero a veces agarra, surge un pequeño brote, unas ramitas, apenas perceptibles, que ven la luz y se secan, que ven el sol y se acobardan, que ven la luna y lloran, se marchitan, mueren.

No debo, es más de lo mismo, otra vez la misma historia. Seguiré encalleciendo mis emociones.

6 comentarios:

UnaExcusa dijo...

Ay, cariño. Soy experta en repetir las mismas historias.
Pero te digo algo de consuelo.
La segunda vez duele menos que la primera.
Casi ni lo notas.
Casi.
Porque doler, va a doler. En eso no te arriendo las ganancias.

Marulia Green dijo...

uff, yo también te entiendo. Estoy casi a punto de tropezar con la misma piedra... y encima soy cosciente de ello... Pero..

Patricia dijo...

Pues sí que te ha sentado mal a ti cambiarte de piso...

Iván H. Bermejo dijo...

A lo mejor te sientas raro por las sillas, que no tienen cojín. Mejor que te sientas bien porque sino te vas a destrozar la espalda, y yo también hablo desde la experiencia.

Juan Carlos dijo...

jejeje muy bueno hermano

La verdad es que estoy encantado en el nuevo piso, me he adaptado mejor de lo que pensaba y ahora me alegro muchísimo del cambio, pese a los cientos de recuerdos que pensé que quedaban en el otro y al final se vinieron conmigo.

Voy a explicar el motivo de los últimos posts para evitar que se malinterpreten.

El otro día, revisando el viejo ordenador tras ser víctima de un intento de timo que ya contaré en una entrada dedicada a tal efecto, encontré una carpeta llamada old.windows, donde se hallaban los documentos de antiguas instalaciones del sistema operativo. Allí me encontré con poemas y archivos escritos entre 2004 y 2006 que, para mi, merecían ser rescatados. No sé a quien estaban dedicados, ni por qué motivo, pero he querido traerlos aquí para que no se pierdan del todo.

Anónimo dijo...

Amigo Juancar, hay que ver, como veías cosas futuribles pués, en esos años pasados, será por que siempre están muy presentes, o son muy cotidianas, quién sabe.
Cada uno lo que aprende, podrás decirme, igual que yo mismo me digo, pero con tu aclaración, de merecer esto a un rescate, y no a que necesites ser rescatado, me quedo mas tranquilo. No obstante, no todo se pierde en los naufragios, te lo digo desde el desconocimiento y también como naúfrago, que como sabrás, la lista es larga, jeje.
Un abrazo fuerte.
Juanlu.