El amor se vende en paquetes. En grandes paquetes de sonrisas, abrazos, miradas cómplices y ternura. En guiños que sólo ellos entienden y gestos, de ojos muy abiertos, que comparten. Se vende con un diccionario particular, de palabras e incluso onomatopeyas que definen su vocabulario, en pequeños charquitos de lágrimas compartidas y en grandes lunas en cuarto creciente, como sonrisas, sobre las que se balancean.
No, no se vende. Me he confundido. Se regala. Se da cada día con un beso al salir el sol, o con cuatro llamadas telefónicas si la distancia no permite que el beso sea labio con labio. ¿Qué me pongo?¿Qué te has puesto?¿Cómo has dormido? Te quiero. Cada día.
No, tampoco se regala. Se contagia. Solo al tacto, al respirar el mismo aire, al sabor de sus bocas e incluso al mirarse a los ojos. Es tremendamente infeccioso. Se transmite a través de los sentidos, incluso ese sexto que indica que han nacido para estar juntos.
Ella un día se sentó en unas escaleras y me dijo, tengo que contarte algo. Él un día me abrazó llorando y me dijo, tengo que contarte algo.
El 25 de julio de 2009 seré yo quien diga. Podéis besaros. Y será para siempre.
3 comentarios:
Jo, ahora me haces llorar tú a mí, reservate estas cosas tan bonitas para la boda, que no sé que vas a dejar para ese día después de esto. Muchas gracias cuñao, te queremos mucho.
VIVAN LOS NOVIOSSS!!!!!
Y EL QUE LOS CASA TAMBIÉN!!!!!!
VIVA!! VIVA!!!! VIVAAAAAAAA!!!!!
BESOS CUKY!
NOS VAMOS DE BODA!!!!
Os deseo la mayor felicidad que podais imaginar.
Disfrutar cada segundo, cada momento, cada alegria incluso cada pelea por los preparativos....
Que nos deis muuuchos sobrinitos.
VIVA LS NOVIOS!!!!
( ya voy preparando la pamela....)
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