miércoles, 16 de enero de 2008

Puzzle

¿Alguna vez habéis intentado hacer un puzzle? Hay piezas que parecen encajar en un lugar determinado y sin embargo, tras muchos intentos, compruebas que no es ese su sitio sino otro. Por su color, su troquelado y por orgullo, te empeñas en meter la pieza en un lugar equivocado.

Primero presionas ligeramente con el dedo y aunque ves que no encaja bien sigues haciendo el resto pensando que es un pequeño fallo de fábrica. Cuando el puzzle va rellenándose alrededor te das cuenta de que la pieza no concuerda con las demás. Aún así sigues intentándolo. Primero con suavidad al final a puños contra el tablero.

Te obsesionas con esa pieza. Tiene que ir ahí, no hay otro lugar. Es del mismo color, es de la misma textura, los bordes son muy parecidos... pero no entra. En tu empeño desordenas las otras piezas y dañas la que estás colocando. Se levanta el esmalte y aparece un cartón laminado, como decenas de pequeñas piezas que se niegan a entrar en el lugar que le has asignado.

Al final desistes. Sacas la pieza, intentas recomponerla y, en una mirada rápida encuentras su verdadero hueco. Está maltrecha y apenas encaja en su ubicación real. Tienes que pasarle el dedo por encima en varias ocasiones hasta que la pintura vuelve a su sitio y todas esas láminas vuelven a unirse. En ocasiones necesita varias pasadas de fijador y en otras es imposible recuperarla y cuando terminas el puzzle queda como una pequeña mancha.


Hasta hoy me he empeñado en meter en el puzzle de mi corazón una pieza en el lugar equivocado. Por color y troquelado parecía entrar en la zona dónde dibujo el amor. Tras presionarla y dañarla he visto que no era su lugar y lo he encontrado al lado, dónde dibujo la amistad verdadera. Espero que a base de caricias y fijador encaje perfectamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

PUZzLES!!! ay!!!!! ay!! ay!!! más de un dolor de cabeza nos han dejado. Pero en fin, si no entra ahí, por algo será no?; eso sí...siempre hay una pieza que encaja en su lugar; el problema es, que nos empeñamos en colocarla donde no se debe. Pero todo es cuestión de esperar...hasta que aparezca la pieza verdadera y...NO OBSESIONARNOS!!

Yo por eso dejé de hacer puzzles...jajajajaja.....

bss

CuKy

Ana dijo...

Me ha encantado la forma de contarlo, amor a fuerza de forzar, amistad a fuerza de caricias.

Siempre encajé las piezas a golpe de puñetazo, desde hace no mucho, cada vez más (no siempre), recurro a la suavidad, a la observación, al respeto a lo que es, a la búsqueda de piezas que encajen.

Un beso.

alelo dijo...

¿Por qué en lugar de hacer un puzzle no juegas al Monopoly?

Te haces inmensamente rico y... ya sabes que con dinero todo se puede ¿no?

Muy bueno.