sábado, 6 de marzo de 2010

Domingo


Un rayo perdido de sol en la mañana
que se filtra por no se qué agujero
en mi persiana,
me dice que es de día.

No quiero despertar y saber
que duermo sólo.
Quiero que vuelva la noche.
Volver al reino de los sueños.
Regresar a los brazos de Morfeo
y entregarme a ti.

¡Maldito sol, huye de mi vista! ¿no ves
que estoy enamorado de la luna
y de quien bajo su influjo me dijo adiós
con dos besos?

¡No!
Murió la luna de celos, al verte
pasear bajo su luz,
con tus ojos de mar, tu sonrisa
de azahar y tu cabello
de seda.

Se apagaron las estrellas a tu paso
al no poder competir con tu
belleza y se apagó Orión,
a la sombra de tus senos.

Se hizo la noche al verte,
porque así pude soñar,
que contigo,
tenía la luz.

No me despiertes, maldito sol.

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