miércoles, 10 de diciembre de 2008

Echo de menos


Echo de menos tu pelo, y su perfume de campo.
Echo de menos tus ojos, hipnotizarme en su halo.
Echo de menos tu boca, y su sabor en mis labios
Echo de menos tus labios, aunque aún no te he besado
Echo de menos tus besos, con los que sueño a diario
Echo de menos tu aliento, en un suspiro aspirarlo
Echo de menos tu voz, de la que ya soy esclavo
Echo de menos tu cuello, por el que pasear despacio
Echo de menos tu cuerpo, tenerlo entre mis brazos
Echo de menos tus senos, con un dedo dibujarlos
Echo de menos tu espalda, en la que nazca el sol a diario.
Echo de menos tus manos, y el dulce calor de tu tacto.
Echo de menos tus dedos, que se enlacen en mis manos
Echo de menos tu vientre, dormir en su regazo
Echo de menos tus piernas, y ascender por sus peldaños
Echo de menos tus pies, buscar su calor de verano

Echo de menos tus pasos, por lugares que visité en solitario.

Dedicado a mi nuevo pez

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